Preservar

Actualmente, enfrentamos no solo el Covid-19, sino que una crisis mucho más amplia. Como señala Carolina Guzmán, psicóloga, y directora ejecutiva de Worki, “la disrupción de la vida social y la actual pandemia, junto con las fuentes de estrés psicosocial y económico que las acompañan, están afectando significativamente la salud mental de las personas”. Ello también afecta el rendimiento laboral, en distintas actividades económicas, como por ejemplo, la construcción.

Por Equipo de Preservar.

En el caso concreto de la construcción, varias empresas constructoras están volviendo a su actividad y se irán sumando paulatinamente la totalidad de los 747 proyectos paralizados. En este contexto, es importante velar por la salud mental de los trabajadores, con el fin de potenciar su bienestar y para lograr productividad requerida para mantener la continuidad operacional en las obras.

Junto con acatar las medidas y protocolos sanitarios establecidos por la autoridad, Carolina Guzmán indica que existen otras acciones relevantes, necesarias para cuidar la salud mental de los trabajadores de la construcción:

-Los trabajadores evidencian un desgaste a nivel personal, familiar y comunitario, por las restricciones a la movilidad, cuarentena, cierre de instituciones educacionales, pero están realizando un esfuerzo importante por adaptarse al nuevo escenario. Por ello, se debe considerar un plan de apoyo con herramientas concretas para generar estados anímicos positivos.

-Hay que internalizar que este escenario se mantendrá por más tiempo, posiblemente desatando estados de depresión, estrés, ansiedad, tristeza, irritabilidad, insomnio, sentimientos de impotencia y constante estado de alerta en algunas personas, tal como se ha detectado en las encuestas de Workie aplicadas a trabajadores de todo Chile que usan la app Worki. Por ello, es muy probable que tengamos que aprender a convivir con ellas.

-Los jefes tendrán un rol clave para impulsar la continuidad operacional en sus equipos. Se requerirán liderazgos que infundan confianza, promuevan la contención y el involucramiento. Líderes que acompañen a los trabajadores, con criterio y dedicando tiempo necesario para escuchar, con firmeza compasiva, claridad de ideas y empatía activa.

-Impulsar incentivos para fortalecer también la salud física y el sistema inmune. De la crisis económica y del desempleo no nos salvarán las subvenciones ni los poderes públicos, sino nuestro autocuidado y liderazgo personal.

-Es clave incorporar tecnología que permita accionar en tiempo real el cumplimiento de protocolos de seguridad y autocuidado para enfrentar la contingencia, y mantener las operaciones, sin poner en riesgo a los equipos. Es urgente y estratégico tomar acciones para resguardar la salud física y psicológica de los trabajadores, potenciando la continuidad laboral, a través del autocuidado.

-Hay varias cosas que cambiar en el regreso al trabajo. El nuevo espacio debe ser saludable, pero también resiliente y flexible. Las organizaciones deben asegurar un bienestar físico, cognitivo y emocional, para que los trabajadores se sientan seguros, desarrollen todo su potencial y puedan retomar sus niveles de  productividad, disminuyendo los miedos y fortalecer la seguridad en el trabajo. Todas esas medidas deben comunicarlas a sus equipos para crear un entorno saludable.