Preservar

Preservar entrevistó a Sebastián Ugarte, médico jefe de la Unidad de Paciente Crítico de Clínica INDISA, quien se refirió a la situación actual de los trabajadores de la salud, a los desafíos pendientes para seguir haciendo frente al Covid-19 y a cómo lograr un futuro retorno seguro al trabajo presencial.

Por Claudia Bravo Cid.

¿Cómo evalúa el nivel de seguridad ocupacional que han tenido los funcionarios de la salud durante la pandemia?

Afortunadamente en forma precoz, antes de la llegada de la pandemia a nuestro país, las autoridades sanitarias habían considerado la posibilidad de un brote y había comprado una gran cantidad de elementos de protección personal; las instituciones privadas hicieron otro tanto. También se readecuaron las plantas físicas de los hospitales y clínicas en un intento por dar mejores condiciones de aislamiento para los pacientes. En términos generales, esto permitió enfrentar de manera decorosa la pandemia, sin embargo, en los aspectos de apoyo sicológico y personal, en el desarrollo de planes de contingencia para enfrentar la asistencia a los pacientes, sus familias y funcionarios de la salud, se desarrollaron iniciativas diferentes en las instituciones, sin tener todavía una evaluación general de todo este proceso. Probablemente quedan desafíos que se pueden abordar en el futuro.

¿Se ha enfrentado bien en hospitales y clínicas la sobrecarga de trabajo física y mental de los funcionarios de la salud? 

Se ha tratado de organizar el trabajo de manera de no sobrecargar al personal, por ejemplo, en nuestra institución pudimos enviar a sus casas a una parte de los funcionarios manteniendo sus condiciones laborales y remuneraciones, para reincorporarlos en el momento de mayor necesidad por el aumento de la demanda. También se realizaron cambios en los sistemas de turnos, escalamientos en las zonas de ingreso y se dispuso buses de acercamiento para evitar que los funcionarios se expusieran a los concurridos medios de transporte, lo que podía implicar mayores riesgos, y para que no tuvieran conflictos por los horarios de toque de queda. Se realizó todo un trabajo con los sicólogos de nuestra institución para apoyar a los funcionarios y las personas con riesgo para su salud con medidas como licencias médicas o reposo. Las políticas que desarrollaron las diversas instituciones tienen algunas diferencias, pero en general se trató de responder a un desafío de estas dimensiones para el cual no existía una experiencia previa que permitiera tener protocolos previamente elaborados.

¿Son adecuadas las capacitaciones a trabajadores de la salud en temas de prevención y control de infecciones? 

Las capacitaciones que se imparten en los diferentes hospitales y clínicas son bastante bien organizadas y Chile tiene una larga trayectoria en la lucha contra las infecciones asociadas a la atención sanitaria, sin embargo, más allá de toda la educación que se imparte es necesaria la supervisión y control permanente porque a pesar de lo que se puede educar y del conocimiento que uno tenga existen tendencias a relajarse en ciertos aspectos. Uno de los detalles que hemos podido percibir es que, en los momentos de descanso dentro de la jornada laboral, por ejemplo al tomar un café o refrigerio, no es raro de que puedan existir conductas que salen del protocolo, como que en las salas de descanso ingrese más personal que el señalado. Esto es difícil de modificar porque son conductas que las personas han practicado por años y que no las asocian con la posibilidad de infectarse. Cuando se atiende a pacientes conocidamente infectados todos aceptan las medidas de precaución con mayor adherencia. Del mismo modo, al producirse la disminución del número de casos y del brote e ingresar pacientes que no tienen contagio con Covid-19, existe la preocupación que pueda ocurrir un riesgo de transmisión cruzada entre personas infectada con no infectadas y este será el desafío que poco a poco empezará a vivir nuestro país ahora.

¿Qué crítica constructiva haría  para lograr mayores avances en cómo enfrentar esta pandemia en Chile? 

Uno de los pilares claves a fortalecer, junto con mantener los testeos altos sobre 20 mil test diarios o cercanos a esa cifra, es poder tener los resultados y a ver la trazabilidad de los contactos de los casos positivos en un tiempo récord menor a 2 o 3 días. Del mismo modo poder asegurar que las personas puedan realizar su aislamiento en buenas condiciones; cuando no es posible hacerlo en el hogar del contacto o del enfermo, actuar rápido para proveerle una residencia sanitaria resultará vital. La educación pasa a ser otro pilar importante hacia la población ante cualquier mensaje de cambio de fase o desescalamiento de las medidas de restricción de desplazamiento. Adecuar los aspectos laborales, las instalaciones, las jornadas y las condiciones y horarios de transporte, son otros aspectos clave paras evitar el retorno en la propagación de los contagios. También es importante que todo esto tenga una coherencia interna y un tipo de mensaje que no sea contradictorio o ambiguo para que la población no lo interprete de una manera que puede resultar no beneficiosa para el control de esta pandemia.

¿Cómo debería llevarse a cabo el desconfinamiento y retorno seguro a los trabajos?

Un plan de retorno es importante que sea escalonado, pero implica también una readecuación de los lugares de trabajo, salas de clases, de comercio, de ocio o de transporte, asegurando la mantención de distancias seguras y en espacios cerrados la posibilidad de no contaminar el espacio laboral o de descanso de otra persona. Se han desarrollado mecanismos de barrera como simples cortinas plásticas o ventanas de acrílico que pueden ayudar a evitar la contaminación con gotículas entre personas, por ejemplo, al momento de comer o tomar un café, sin embargo, la implementación masiva de este tipo de elementos aún está pendiente. Incluso con el uso de mascarilla existe la posibilidad de emisión de gotículas cuando se está en un espacio cerrado, que se mantienen por un tiempo, por lo tanto al estar encerrados en espacios confinados sin una potente ventilación, es importante que se tomen todas las medidas de aislamiento, no solo el uso de mascarillas sino que también el rediseño de los ambientes para evitar la contaminación entre personas, aparte de las medidas tradicionales como lavado frecuente de manos, uso de mascarilla, distancia física y evitar espacios concurridos.